A continuación expondré en mi trabajo a grandes
rasgos el desarrollo psicomotor de un niño desde que nace hasta los dos años de
edad aproximadamente. El adulto, aunque no puede actuar ante las reacciones del
niño en un campo tan amplio como en edades más avanzadas, también puede llevar
a cabo acciones que beneficiarán al desarrollo motor del niño.
El control de los numerosos músculos del cuerpo
se establece gradualmente según una progresión que depende de la maduración de
las fibras nerviosas, que desde el cerebro van a parar a los diferentes músculos.
Así, mientras en el primer trimestre alcanzan su
madurez los músculos de la boca y de los ojos; en el segundo serán los de la
cabeza, cuello y espalda; en el tercero los del tronco, brazos y manos; en el
cuarto los de las piernas, pies y dedos de la mano.
De esta forma se
podrá ver que el progresivo desarrollo de los movimientos voluntarios del niño
sigue aproximadamente este orden descendente, iniciándose en la cabeza y
terminando por los pies. La actividad motora, que un principio tiene lugar de
una forma grosera, con mayor participación del automatismo que de la voluntad,
poco a poco va tomando un carácter más preciso hasta conseguir que en la
completa madurez todos los movimientos se efectúen bajo control de la voluntad. MAS INFORMACION